Les dijimos a los padres y apoderados que a la religión no se le podía poner notas. Nos acusaron de comunistas y salimos en los diarios. Mirábamos qué hacían en el Saint George, cuyo rector era el cura Gerardo Whelan. Con nosotros estaban la Pancha Morales, con quien estudie Teología; los curas Rolando Muñoz, Roberto Bolton, Mariano Puga, Paul André Arnaudón, el francés que después se fue a Temuco; Roberto Leveque, Carlos Porra, José O’Donoghue, Juan Alsina y el Pablo Richard. Con todos ellos y varios más trabajé; todos estaban muy metidos en las poblaciones.
No teníamos vínculos políticos, sólo con las comunidades cristianas de otros barrios.
Participé en el Sínodo de Santiago, el 63 o 64. Allí, empecé a visualizar bien las posturas políticas. El 70 nos desbandamos en comunidades pequeñas. Yo me fui a la población John Kennedy, en Pudahuel, con Carlos Porra, que luego se retiró del sacerdocio. En el convento me prohibieron asistir a las reuniones del grupo de los Cristianos para el Socialismo y me salí en 1972.
Tuve que conseguir un empleo y entre por concurso a LAN Chile con una recomendación de Fernando Ariztía, de quien yo era secretaria. Quería irme a vivir a un campamento y comprobar que ser podía ser pobre y limpia sin tener que tomar las armas. Me fui a los Sin Casa, en Barrancas. Un joven me dijo que se entregaban casetas y sitios. Me tocó uno en Maipú, en el campamento El Despertar, en Olimpo con Independencia. En el campamento trabajaba con las JAP, con los niños, en lo que hiciera falta. Ahí estaban los curas Leveque, que era peluquero; el Richard y el O’Donoghue.
El 11 de septiembre de 1973 partí en la mañana a LAN a trabajar. Caminaba por el barro a Pajaritos, ahí me cambiaba las calcetas, los zapatos, y me iba a Cerrillos. Yo me desempeñaba en el Departamento de Finanzas, en Contabilidad. Me decían hermana. A la entrada, al que era el portero, lo encontré vestido de milico. Hubo una asamblea, órdenes contradictorias y al final nadie sabía qué hacer. Días después se llevaron detenidos a varios compañeros en unos microbuses.